apuntes de arena

El hombre quedó perplejo cuando leyó en el periódico el siguiente anuncio en la sección de clasificados: "Mujer pecadora confesa busca pájaro espino". Estaba entre el de una masajista venezolana titulada que garantizaba un final feliz y el de una pareja liberal que admitía cualquier sugerencia a cambio de ayuda económica.
Tiempo después, cuando sus implacables perseguidores, destacados miembros honorarios de la secta del tedio, le dieron alcance, quemaron su sotana de carnaval, lo acusaron de hereje, y lo tiraron desnudo por la ventana más alta del castillo, pudo salvar milagrosamente la vida alzando el vuelo. La soledad arrugada de un avioncito de papel detenido en el fondo de la papelera de un aula vacía, pajarita casual arrinconando rutinas en horas de trabajo.
Y, claro que sí, voló, voló y voló. Buscaba el cielo más allá del cielo, el refugio de las caricias distraídas de la única dueña de sus huesos, la sonrisa tecleada a orillas de un mar tan libre como el sueño del adolescente que fue entre sombras de azahar.

2 comentarios:

  1. vuelvo, porque (será casualidad) pero tu blog al pedirme que tecleara esas letras aparentemente aleatorias casualmente me ha hecho teclear "alas" en inglés... que tendrás que hasta el bicho que desordena las letras para asegurarse de que los comentarios no son automáticos se deja influir por las maravillosas cosas que cuentas?...
    te lo digo yo... tienes magia...
    otro beso...

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