Lunes

 El conductor del autobús número 79 (número primo por tener exactamente dos divisores) ha frenado de manera brusca, por culpa de un semáforo tartamudo. Es lo que ha gritado enmascarado contra el espejo retrovisor, tratando de justificarse, cuando ha vuelto a arrancar. Antes, y debido al traicionero frenazo, a uno de los pasajeros se le ha caído la mascarilla quirúrgica al suelo. Ningún viento la ha arrastrado. Boquita pintada refugiándose entonces entre dos manos, con los ojos cerrados y las pestañas inmaculadas. El perro lazarillo de una joven violetera ha aullado como un lobo hambriento de luna, y un anciano, gorrita ciclista con la visera al revés, ha improvisado un baile a lo Fred Astaire para no caerse. En fin.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario