Babo me despierta de madrugada
para gritarme otros versos del García Montero. Su voz está bebida al otro lado
del teléfono. Griterío a sus espaldas que no son las mías. ¿Todavía quedan
cabinas en las calles de la vieja ciudad?
No conviene que demos a estas cosas
un valor excesivo.
Son noventa minutos en un vaso de agua.
Pero a mí me han quitado muchas veces la sed.
Amunt!!!
No conviene que demos a estas cosas
un valor excesivo.
Son noventa minutos en un vaso de agua.
Pero a mí me han quitado muchas veces la sed.
Amunt!!!
magia...
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