almendros

En el belén viviente del barrio, el que todos los años patrocinaba una conocida cadena de supermercados, saltó la alarma cuando se desmayó la hermosa mujer que interpretaba el papel de María. Mientras entre todos los organizadores decidían los pasos a seguir cuando la pobre volviera en sí, era ya la quinta vez en sólo dos días, va y los sobresalta el mugido del buey alquilado. ¡Si al menos hubiera sido la mula (cortesía del concesionario de coches cuyo director comercial era el propio José) la que hubiera relinchado!

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