nena

En unas horas saltaremos de un año a otro, de una vida a la misma vida, sin red. Uno, que beberá lo suficiente para poder combatir a los matasuegras perdidos por las calles sin sacar el revólver y se acostará temprano por miedo a que el paso del tiempo le pille despierto en los abismos de la madrugada, se sabrá feliz, todavía, viajando por tierras de Escocia de la mano de Walter Scott. Y se sabrá feliz, también, cuando al cerrar los ojos para dejarse vencer por el sueño sienta que un gorrioncito revoltoso picotea su alma desnuda.

1 comentario:

  1. es precioso...
    y te lo digo con ojitos tontos...
    un beso...
    y que de verdad que es precioso...

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