En unas horas saltaremos de un año a otro, de una vida a la misma vida, sin red. Uno, que beberá lo suficiente para poder combatir a los matasuegras perdidos por las calles sin sacar el revólver y se acostará temprano por miedo a que el paso del tiempo le pille despierto en los abismos de la madrugada, se sabrá feliz, todavía, viajando por tierras de Escocia de la mano de Walter Scott. Y se sabrá feliz, también, cuando al cerrar los ojos para dejarse vencer por el sueño sienta que un gorrioncito revoltoso picotea su alma desnuda.
es precioso...
ResponderEliminary te lo digo con ojitos tontos...
un beso...
y que de verdad que es precioso...