Un silencio vagabundeando por todos los rincones; un silencio de tobogán bajo una solitaria lluvia. Dicen que siempre llueve como la primera vez, que Gene Kelly bailando con un paraguas se mojaba igual que el mono loco queriendo pisar la tierra húmeda con la planta de los pies. En la madrugada furtiva la luz de una farola alumbra el último instante de una risa lejana, un árbol vacío se perfila en el horizonte de un televisor, y en la pantallita de un móvil se dibuja un mar sin orillas.
Y sí, érase una vez una ola loca que buscaba la playa de sus sueños. Era tal su conmovedora insistencia, que hasta le ablandó el corazón al colorín colorado. Nunca hasta entonces había llovido arena en el remoto país de los finales.
hoy llueve y los rayos me recuerdan una siesta de agosto... una ventana... y la sensación de seguridad en medio de una tormenta...
ResponderEliminarun beso...