jueves


 En la pasada madrugada, sonó el teléfono fijo del cuarto trastero. Roto el silencio que reinaba en el delirante paisaje de mi insomnio, y en el alma del  patio de luces al que da la ventana de mi habitación, tuve la certeza de que sería incapaz de no contestar. Llegué al séptimo timbrazo entre inquietantes penumbras, me senté en un bote de pintura vacío y escuché, al otro lado del hilo telefónico, una voz como la mía. Palabras dichas al azar intentando abolir el tiempo de los relojes.

 Esta mañana me he levantado como si de un día normal se tratara. He desayunado lo de siempre (unas cuantas galletas y un café con leche) y he bajado a comprar el pan, todavía sin cubrirme la cara como un forajido del lejano Oeste. Al subir por la escalera (en los tiempos que corren no es buena idea tentar al destino y quedarse encerrado en el ascensor) he creído que alguien me perseguía y he entrado en casa resoplando. Nadie en la mirilla... Después de una cálida ducha y de un suave afeitado tarareando una de Machín, he salido al trozo de sol de mi balcón. En uno de los balcones de la finca de enfrente, una anciana, pelos de loca,  me ha saludado como si me conociera de toda una vida. Le he devuelto el saludo por cortesía y me he entretenido siguiendo el paso de las nubes por el cielo desierto. Cierto remordimiento al recordar con nostalgia la vez que vi saltar a un paracaidista de un avión en llamas... Érase una vez otro balcón, otro cielo, otro tiempo; cuando el mes de abril sólo lo robaban en las canciones... A la hora de comer, puré de verduras y una naranja. Siesta escuchando música y tarde eterna frente al ordenador. Al anochecer un paseo desde el pasillo, zona norte, hasta el pasillo, zona sur; y viceversa y vuelta a empezar. Un poco de jamón para cenar, otra naranja. En la pantalla del televisor muchedumbre de expertos en disciplinas varias, ningún poeta. A la luz del flexo azul, una novela sin moraleja. Mañana tendré que comprar pasta de dientes, que no se me olvide. Mañana será otro día.  


1 comentario:

  1. "En la pantalla del televisor muchedumbre de expertos en disciplinas varias, ningún poeta".
    ¡Poesía eres tú!
    ¡FELICIDADES!
    kitti

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