forastero

En la pantalla del televisor un muñeco de plastilina toca el violín y mientras, detrás de la ventana de la salita de estar, en el callejón sin salida, un gato olisquea la rueda delantera de un coche patrulla. Junto a la tapia dos agentes intentan identificar a un viejo que tirita de frío. Está desnudo y, tal vez, dormitaba debajo de la manta a cuadros que sostiene entre los brazos. Una ofrenda desde la intemperie, la realidad indigente asomando desde el rincón más lejano de un sueño de cartón. Un vino de cartón; la playa de las arenas blancas, de cartón; el tiempo huérfano de relojes, de cartón; el sonido de la sirena que se aleja, de cartón.
Mañana es lunes porque hoy es domingo. Mañana leeré desde Innisfree las palabras de Conrad que voy a teclear, otra vez. “El deseo es el cauce de los sueños”. Mañana.

1 comentario:

  1. ya es mañana... lunes, que tiene cinco letras, como deseo y sueño...
    un beso...

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