Incluso la muerte merece una posdata. Como el fantasma que espera a que la mujer de su vida cierre definitivamente los ojos después de caérsele un vaso de leche en la habitación del catalejo. Como las inolvidables palabras del Cervantes moribundo: “¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!”. Silencios que se escriben, palabras que se callan, esplendores en la hierba. Y siempre, a pesar de los pesares, paciencia y barajar. Esperanza en coger buenas cartas, dejando los faroles para mirarse a los ojos aunque estemos a oscuras.
Maldito terremoto, te has comportado como un verdadero hijodeputa. ¿Qué te ha hecho esa pobre gente para que les causes tanto dolor?
Maldito terremoto, te has comportado como un verdadero hijodeputa. ¿Qué te ha hecho esa pobre gente para que les causes tanto dolor?
paciencia y barajar...
ResponderEliminareso me lo apunto...
Yo también me apunto.
ResponderEliminarBesos a los dos
A ver si tenemos suerte con las cartas que nos tocan...
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